¿Sabías que durante los meses de octubre y noviembre es cuando se cosechan las nueces?
En nuestras fincas de Extremadura, donde se cultivan las nueces Pizarro, se vive, como todos los años, un ambiente muy especial. Porque la cosecha sigue teniendo todavía hoy ese simbolismo de tiempos pasados capaz de emocionar al más pintado: cosechar el fruto de un trabajo constante e incondicional, resultado del amor con que los agricultores locales cuidan y miman los nogales.
Todo a punto, pues, para que las nueces Pizarro viajen directamente del campo a la mesa, transmitiendo en todo su esplendor las singularidades del suelo en que han crecido. Para ello, son muchas las personas que actualmente trabajan en la cosecha con mucho ajetreo pero también con una profunda satisfacción: la que proporciona el trabajo bien hecho.