Empezamos por una de las variedades de manzana más dulce, la Fuji: su color es rojizo, con estrías que dejan entrever el verde y el amarillo. De textura fina y crujiente, hay quien dice que su sabor es parecido al de la miel. La conocida como Gala es idónea para hacer repostería, por su suave dulzor y su textura firme y crujiente. La Golden, por su parte, es una de las más conocidas, ya que tras su piel tersa y dorada se esconde una textura jugosa; es ideal para comer en crudo o para preparar una deliciosa tarta de manzana. La variedad Red Delicious destaca por su llamativo color rojo, con un sabor entre dulce y ácido, y es la más usada en las ensaladas.
Y aún hay más: el sabor más bien ácido de la Pink Lady es perfecto para comer en crudo; su color es rosado, y su textura, muy crujiente. Terminamos con la más ácida: la Granny Smith, de un color verde muy potente y brillante y usada generalmente para dar una pizca de frescor a diferentes platos.