Llega un momento en la vida en el que empiezan a aburrirnos los desayunos. ¿Por qué no hacer que la primera comida del día sea un poco diferente?
Prueba a prepararte un vasito de bebida de avellana, de delicado sabor dulce, con una cucharada de cacao en polvo para darte energía. ¡A partir de aquí, imaginación al poder!
Puedes añadir muesli y frutos secos, o fruta triturada para prepararte un smoothie. También puedes mojar galletas o tus más deliciosos bizcochos en esta maravilla de la naturaleza. Un desayuno con el que empezar el día de otra manera.