Estamos en época de Pascua y, según manda la tradición, las torrijas y los buñuelos no pueden faltar en nuestra mesa. Así que es muy probable que estos días tengamos en casa estos típicos dulces, deliciosos recién preparados pero menos apetitosos con el paso de los días. ¿Se han quedado resecos? Que no cunda el pánico: hay diferentes maneras de reaprovecharlos para que sigan siendo unos bocados deliciosos.
¿Qué tal si transformas tus torrijas en la base para un falso tiramisú? La masa de las torrijas, bañada en leche y canela, aportará un toque muy especial al sabor a este postre con sabor a café. También puedes reutilizarlas para preparar un Bettelmann, una tarta típica francesa elaborada con restos de pan o brioche. Por este motivo se la conoce como la tarta del mendigo. Puedes añadirle fruta (fresas, manzana o cerezas) o frutos secos para decorarla.
En el caso de los buñuelos también resulta sencillo darles una segunda vida. Báñalos en chocolate de postres y decóralos con virutas de coco o frutos secos molidos. Cuando los tengas listos, refrigéralos en la nevera durante unos 15 minutos, pínchalos con un palo de brocheta y tendrás unos divertidos y originales cake pops (o unos buñuelos-piruleta) que seguro que triunfan. Oh yeah!