Toma nota, porque esta ensalada fría de pasta no solo está buenísima y es nutritiva, sino que además podréis cocinarla en familia y pasar un rato divertido. La base es una pasta de calidad, que coceréis siguiendo las instrucciones del fabricante (deja que sean los peques quienes se encarguen de controlar el cronómetro para vigilar los tiempos de cocción).
Seguiréis con unas pechugas cortadas en daditos, bien cocinadas en la sartén con un toque de aceite de oliva virgen extra (sin pasarse). Después, unas zanahorias ralladas, que seguramente se irán comiendo crudas a medida que vais cocinando, pero de eso se trata. Añadid también un poco de queso feta (apenas un poco, pues tiene un sabor muy fuerte), unas cuantas aceitunas negras… ¡y la ensalada estará lista!
Ahora solo hay que dejarla enfriar, aliñarla con vinagreta mediterránea (con aceitunas, tomate, orégano y vinagre de jerez) y decorarla con nueces troceadas.