No fallarás si calculas dos cucharaditas de sal por cada litro de agua, teniendo en cuenta que se debe emplear, al menos, un litro de agua por cada 100 g de pasta. ¡Ah! Y tan importante es no quedarte corto, ni pasarte de largo, como el hecho de que añadas la sal cuando el agua haya alcanzado la cocción. En caso contrario tardará más, porque el agua salada tiene el punto de ebullición más alto.
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Cómo calcular la sal necesaria para la pasta
1 marzo 2016