No solo debemos tomar precauciones con nuestras pautas de alimentación en estos meses de calor. También es importante seguir un protocolo de atención con respecto al tratamiento de los propios alimentos. No pierdas de vista las siguientes reglas básicas para cuidar los alimentos con temperaturas altas:
* Todos los alimentos de carácter perecedero deben estar conservados en frigorífico. Leche, salsas, carne, pescado… procura guardarlos en frío inmediatamente después de su compra.
* Evita descongelar alimentos a temperatura ambiente. Lo mejor es que hagas una descongelación más lenta dentro de la nevera.
* Hay que lavar bien frutas y verduras con abundante agua potable antes de ser cocinadas o ingeridas.
Y por supuesto, aumenta la ingesta de agua ―precaución especial con ancianos y niños―, evitando en la media de lo posible el alcohol y las bebidas calientes.