¿Has invitado a tus amigos a una barbacoa y quieres preparar algo diferente? Olvídate de la panceta y de las típicas carnes y atrévete con nuevos sabores. Sorprenderás con solo invertir un poco de tiempo previo a las brasas y harás que todos acaben por pedirte las recetas.
Un poco de gracia a las carnes, ¡a marinar!
Ya sabemos que una buena carne no necesita demasiado disfraz para que la barbacoa consiga sacarle el máximo partido. Añadir un poco de romero y tomillo a las brasas siempre aportará un punto aromático extra, pero lo que aquí te proponemos es un paso más allá: preparar un marinado. No solo aportará nuevos aromas y sabores, sino que también hará que la carne esté especialmente jugosa y tierna.
Te recomendamos dos marinados muy sencillos y mediterráneos para que te inicies. El primero, a base de tres cucharadas soperas de miel, misma cantidad de vinagre y una pizca de pimienta negra. El segundo, a base de una cucharada sopera de orégano, un ajo majado, un vaso de aceite de oliva virgen extra y una pizca de pimienta negra. Guíate de estas cantidades y prepara el marinado de forma proporcional según demande la cantidad de carne que vayas a preparar.
El procedimiento es muy fácil. Mezcla bien los ingredientes, pinta con ello la carne y déjala reposar en la mezcla al menos cuatro horas. Si es más tiempo no pasará nada, lo puedes dejar listo incluso el día anterior. Cuando la barbacoa esté a punto, ¡a cocinar como cualquier carne! Puedes utilizar el primer marinado para pollo, por ejemplo, y prepararlo en forma de brocheta. El segundo irá perfecto para carnes rojas.
El secreto está en la salsa
Otra forma de dar un giro a la clásica barbacoa es preparar algunas salsas para que los invitados descubran y combinen a su gusto. Un infalible en estos casos es el clásico chimichurri, y es que no hay que poner en duda que los argentinos entienden bastante de esto de carnes y asados. Sin embargo, ¿qué tal si lo versionamos? Te proponemos lo siguiente: seis cucharadas de cilantro fresco picado, tres ajos, media cebolla, una cucharada de orégano, un vaso de aceite de oliva virgen extra, un vaso de vinagre y una pizca de sal. Todo bien picadito y mezclado con el aceite y el vinagre previamente emulsionado.
Otra salsa perfecta para carnes a la brasa, esta vez de influencia turca y libanesa, es la muhammara de pimientos y nueces. Más densa que la anterior, se prepara con 300 g de pimientos rojos asados, zumo de medio limón, un diente de ajo, una cucharada sopera de pan rallado, 100 g de nueces, 100 ml de aceite de oliva virgen extra, una cucharadita de comino, media de pimentón y media de sal. Todo al vaso, batir hasta que quede homogéneo y ¡listo! Si doramos unos minutos las nueces antes de triturar darán un toque diferente y, además de carnes, esta salsa acompaña muy bien a crudités de zanahoria, apio o pepino. Una buena ensalada, unos litros de sangría bien fresquita y a disfrutar.