El aceite de oliva virgen extra forma parte de casi todas las fórmulas que tienen que ver con la dieta saludable.
Es el rey, el campeón, el referente. Y dentro de sus aplicaciones culinarias, una de las más sanas es la que usa el horno en vez de la sartén. Incluso para freír, porque reduce a más de la mitad el aporte calórico de los alimentos cocinados.
Las patatas fritas precongeladas listas para freír se han frito ligeramente antes de su venta, así que la capa de grasa que llevan se puede aprovechar si las metes en el horno a temperatura alta durante unos minutos hasta que queden crujientes. Lo mismo puede hacer con las croquetas, las barritas de pescado y las empanadillas precongeladas: ponlas en una bandeja untada ligeramente con aceite para que no se peguen y dales la vuelta a media cocción.
Hay más posibilidades. Un pollo con verduritas, por ejemplo, saldrá muy jugoso tras ponerlo en un recipiente todo junto con bastante aceite a una temperatura suave durante una hora y media. Y si te gustan los huevos al plato, ponlos con verduras en una cazuela en el horno a temperatura suave. ¡Para mojar pan!