¿Decidido a vivir una festividad de Todos los Santos comme il faut? ¡Pues claro que sí! De vez en cuando apetece abrazar las tradiciones locales y entregarse a la celebración de una fiesta, la del 1 de noviembre, que desde hace unos años lucha —y, seamos sinceros, parece que sin demasiado éxito— contra los zombis y las calabazas de Halloween. Veamos lo que hay que hacer para vivir la fiesta de Todos los Santos a lo grande.
Castañas y panellets
Son típicos de diversas comunidades autónomas, pero hoy en día, debido al cambio climático, esas ancianitas vestidas de negro que se calentaban las manos con las brasas en la noche del 31 de octubre nos terminan vendiendo sus castañas mientras se abanican. Cosas del siglo xxi.
Don Juan Tenorio
El clásico de José Zorrilla todavía se representa en numerosas poblaciones en esta fecha tan señalada.
Buñuelos de viento
Masa frita en forma de bola, que puede llegar a nuestra mesa con o sin relleno de crema o nata. Cuenta la leyenda que cada vez que comemos uno se salva un alma del Purgatorio. Habrá que hacer el bien, ¿no?
Huesos de santo
Estos mazapanes con forma de tubo de un dedo de grosor son una MA-RA-VI-LLA.
Vino dulce
Nada mejor para acompañar los deliciosos postres y las castañas. ¡Un moscatel al canto!
Pan de muerto
Es típico de México y tan absolutamente delicioso que, por suerte, algunos establecimientos de nuestro país lo preparan también en Todos los Santos.