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Siete usos para tus cremas balsámicas

1 julio 2015

Borges - usos para cremas balsámicas

¿Las cremas balsámicas forman parte de tu vida? Seguro que adivinamos para qué las usas: para decorar platos, para dotarles de un contrapunto agridulce, como aliño en las ensaladas… ¿Hemos acertado? ¿Qué te parece si exploramos nuevos usos? ¿Te atreves?

Aquí tienes algunas ideas que te harán redescubrir las cremas balsámicas.

Primer uso: convertirlas en gelatina
Haz que el toque final de tus platos venga cargado de textura. Solo necesitas unas láminas de gelatina, agua y la crema balsámica al gusto. Podrás añadir también unas hojas de menta (recuerda colarlas antes de añadir la gelatina hidratada), un poco de miel… ¡Inventa!

Segundo uso: transfórmarlas en una salsa
Coge un recipiente de crema balsámica de Módena Borges, vierte su contenido en un recipiente, ponlo al fuego, redúcelo lentamente y conviértelo en una salsa, añádela al magret de pato y verás que bueno.

Tercer uso: alegrar tu barbacoa
Pau Corderas, chef del restaurante Pepa Tomate de Barcelona,  nos recomienda mezclar 900 ml de aceite de oliva con el contenido de un envase de crema balsámica de Módena (250 ml), hierbas aromáticas (tomillo, romero), un diente de ajo picado o rallado, un poco de sal y pimienta negra.

A continuación introduce en la mezcla una pieza de solomillo de cerdo de 300 g aprox. y la deja macerar en la nevera unas 3 horas. Pasado este tiempo, la saca y la asa en la barbacoa.

Recuerda que todo lo que asamos en la barbacoa previamente macerado humeará. Evita la llama viva, cocina en la brasa para que no se queme y deja que la carne se haga poco a poco.

Cuarto uso: elaborar un entrante diferente
El chef Pau Corderas propone una mousse de aguacate con guirlache de cacahuetes y crema balsámica de Modena. Él hace una pasta muy fina con el aguacate y un poco de azúcar. Monta la nata y le incorpora la pasta de aguacate, lo mezcla bien y lo deja enfriar en manga pastelera o en una taza.

A continuación vierte azúcar en una sarten y llévalo a punto de caramelo. A la mitad del proceso añade unos cacahuetes ligeramente troceados y unas gotas de crema balsámica de Módena. Remueve hasta que el caramelo empiece a tener consistencia sin dejar que coja color.

Cuando rompa el color retíralo de la sarten y enfríalo rápidamente encima de una mesa bien limpia y de un papel de de horno. Deja que el caramelo se enfríe, rómpelo con una mano de mortero y espolvoréalo por encima de la mousse.

Quinto uso: marinar un ingrediente
Quim Marqués, chef y propietario del restaurante Suquet de l’Almirall, ofrecía a sus comensales tiempo atrás un aperitivo a base de tacos de atún que dejaba macerar en una emulsión de crema balsámica de Módena, salsa de soja, sake y aceite de oliva durante media hora dentro del frigo. Pasado este tiempo los retiraba y emplataba. Finalmente, y con la ayuda de un rallador domestico fino, rallaba una zanahoria tocándola lo menos posible, dejaba que cogiese aire y que formase una pequeña nube encima de los tacos. Un reto: hacer lo propio con crema balsámica de manzana.

Sexto uso: realzar el sabor de las fresas
En la carta del restaurante Pepa Tomate de Barcelona sirven unas fresas con nata muy especiales. El chef Pau Corderas macera un puñado de fresas naturales con crema de balsámico de Módena, azúcar y piel de lima. Y lo termina con una espuma de yogur de fresas. ¡Pruébalo en casa!

Séptimo uso. Vierte un chorrito de crema balsámica de Módena por encima de una terrina de helado de vainilla
Es tan sencillo como sorprendente. Puedes probar también con otras combinaciones: crema balsámica de mango con helado de chocolate negro, crema balsámica de frambuesa con pistacho o crema balsámica de manzana con helado de leche merengada.

 

Y… ¡un par de trucos con cremas balsámicas!

Truco para decorar platos con balsámicos
Existen muchos utensilios que te permitirán decorar cualquier receta con balsámicos, por ejemplo, una tostada de queso de cabra y tomates cherry ligeramente escalibados. Pinta los ingredientes con un pincel de cerdas finas apto para la cocina y, si te sientes artista, decora también el plato con un pincel de cerdas gordas. En cualquier caso recuerda: los balsámicos acompañan, no deben ser protagonistas ni comerse los sabores.

Truco para realzar el sabor de ensaladas con balsámicos
Márcate un tanto a la hora de cenar acompañando los quesos suaves, los frutos secos, los frutos rojos, las hortalizas crudas y los escalibados con balsámicos. Del mismo modo, evita casarlos con todo tipo de encurtidos avinagrados, es decir, pepinillos, alcaparras, boquerones, coliflor o cebolletas.

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