Preparar las tradicionales calabazas de Halloween es una actividad a la que hay que arrojarse no solo con una terrorífica destreza artística sino también una buena dosis de paciencia. Sin embargo, vaciar el interior cucharada a cucharada es algo que, en familia y con la ayuda de los más pequeños, puede convertir en divertida cualquier tarde de lluvia de otoño. Aquí te contamos cómo hacerlo.
Ahora bien, una vez vacía, ¿cómo aprovechamos toda esa estupenda pulpa de calabaza que nos sobra? Baja en calorías, rica en vitaminas, minerales y carbohidratos de lenta absorción, la calabaza es una hortaliza con alto poder antioxidante y diurético. Saludable y sabrosa, va estupenda con un gran número de recetas. Inspírate en estas ideas:
Salsa para pasta
Una gran alternativa es convertir esa calabaza en el acompañamiento de un plato de pasta. Sobre un fondo de Aceite de Oliva Virgen Extra, pochamos un poco de cebolla, incorporamos la calabaza, tapamos y dejamos cocer a fuego lento en su propio jugo. Cuando esté bien blanda, añadimos nata líquida para cocinar y removemos hasta que la salsa ligue bien. Condimentar con un poco de nuez moscada, salpimentar e incorporar la pasta cocida.
Guarnición para platos de carne
Ese punto dulce característico de la calabaza encuentra también un buen lugar en compañía de recetas de carne. Desde asados, a platos de caza, cordero o ternera, una guarnición a base de esta hortaliza será todo un acierto. Por ejemplo, con un sencillo puré que preparamos con una patata, una cucharada de Aceite de Oliva Virgen Extra y sal por cada 500 g de calabaza.
Dulce mermelada
Del salado al dulce ¿por qué no? 1 kg de calabaza, 500 g de azúcar y el zumo de un limón. Llevamos a cocción la calabaza con el azúcar a fuego medio. Añadimos el zumo de limón y dejamos cocer durante unos 40 minutos, removiendo constantemente para que no se pegue. Una deliciosa mermelada perfecta como complemento de quesos.