Relaja los músculos, alivia las migrañas y mitiga el dolor de oído. Este producto nunca deja de sorprendernos. ¿Que de qué hablamos? Del aceite de oliva, claro. Desde su descubrimiento, se le reconoce un conjunto de propiedades medicinales que se tradujeron en la elaboración de productos farmacológicos y médicos (ungüentos, bebidas, parches…) para solucionar todo tipo de dolencias. Mira si era conocida esta faceta que en la cultura babilónica el médico recibía el nombre de “el conocedor de aceites”. Parece mentira que con el paso del tiempo gran parte de estas propiedades curativas se hayan perdido, pero aquí estamos nosotros para rescatar algunos remedios populares —y efectivos— del olvido.
Presume de músculos.
Desde siempre, el aceite de oliva se ha usado para untar cualquier parte del cuerpo antes de hacer un masaje ya que facilita la relajación de los músculos y de los nervios. Por este motivo, y para contrarrestar el cansancio muscular en general (espalda, pecho, pies…) se puede aplicar una mezcla de aceite de oliva con flores de manzanilla, dos dientes de ajo y aguardiente, que se dejará reposar nueve días, se conservará en un frasco y se removerá antes de aplicar. Otra receta para el dolor muscular: un cuarto de litro de aceite de oliva y 100 gramos de flores de jazmín bien mezclados, macerados durante 15 días y filtrados.
Stop migrañas.
En caso de dolor de cabeza recurrente e intenso mezcla 50 gramos de flores de manzanilla con medio litro de aceite de oliva virgen, macéralo al sol durante quince días y obtén un ungüento muy eficaz para masajear la nuca y la frente.
Huesos fuertes.
El aceite resulta también un buen bálsamo para los huesos resentidos. Incluso existe una receta eficaz para aliviar —que no para curar— los síntomas de la artrosis. Mezcla medio litro de aceite de oliva virgen extra con 80 gramos de flores de manzanilla, déjalo macerar al sol durante veinte días, fíltralo y usa la emulsión para hacer masajes. En caso de sentirse molido o con la espalda cargada resultan de gran alivio las friegas con aceite de oliva en los centros nerviosos de la columna vertebral.
Adiós al estreñimiento.
Son varios los remedios populares que usan el aceite de oliva como ingrediente principal y decisivo para combatir el estreñimiento. Uno de los más simples consiste en tomar cada mañana metódicamente dos cucharadas de aceite de oliva aromatizadas con unas gotas de zumo de limón. Otro muy fácil consiste en tomar una infusión de manzanilla a la cual habremos añadido una cucharada sopera de aceite de oliva virgen. Antes de beber, mezclar muy bien.
Contra el reuma.
Para desinflamar las articulaciones de las extremidades se puede preparar, por ejemplo, un ungüento de uso tópico consistente en mezclar bien aceite de oliva con un poco de alcanfor. Una vez conseguido basta con masajear con la mezcla la zona afectada y el dolor remitirá de forma instantánea. Otro remedio, en este caso de uso oral, consiste en cocer agua con unos trozos de col, cebolla, zanahoria y el jugo de un limón; añadirle unas gotas de aceite de oliva y tomar una taza del preparado cada hora.
Oído cocina.
Para acabar, uno de los usos medicinales más popularizados del aceite de oliva: su eficacia contra el dolor de oído. Seguro que en alguna ocasión has introducido un par de gotas de aceite tibio en un oído y lo has tapado con un pedazo de algodón empapado con el mismo líquido dorado. ¿Desconocías el truco? Úsalo más allá de la cocina.