¡Vegetarianos que amáis la pasta, siempre os tenemos presentes cuando nos metemos en los fogones a idear cositas nuevas! Ya os dejamos hace un tiempo estas tres deliciosas
recetas de pasta veganas, y ahora nos ha dado por abrir el horno y lanzarnos a los gratinados. ¿Queréis ver qué nos ha salido? Atentos…
Penne con champiñones y tomate seco
Para preparar esta receta necesitamos 500 g de penne, unos 250 g de tomates secos en aceite, dos dientes de ajo, un puñado de piñones, aceite de oliva virgen extra, media cebolla, 250 g de champiñones frescos, 100 ml de caldo de verduras y 200 ml de leche evaporada, bechamel o nata líquida. Lo primero, haremos una especie de pasta, en la batidora, con los tomates escurridos, los piñones, los dientes de ajo y un poco de aceite de oliva virgen extra. Salpimentamos al gusto y reservamos.
Por otro lado, salteamos la cebolla picada y los champiñones laminados. Cuando estén listos, añadimos el caldo de verduras y la pasta de tomates secos y lo mezclamos bien. Colocamos en una fuente la pasta, ya cocida y bien escurrida. Conviene dejarla al dente, pues en el horno se cocerá un rato más. Sobre la pasta, extendemos los champiñones con la salsa de tomate seco. Y, por último, una fina capa de leche evaporada, bechamel ligera o nata líquida. Un poquito de pimienta y unos diez minutos al horno.
Fusilli con queso gratinado
Una receta sencilla en la que podemos emplear la verdura que más nos guste y con la que disfrutarán los amantes del queso (incluso en su versión vegana). Disponemos, en una bandeja para horno, verduras de todo tipo: calabacines en rodajas, puerro, cebolla, calabaza, pimientos, zanahoria, tres o cuatro tomates maduros, etc. Esta selección, por ejemplo, es estupenda. Salpimentamos, rociamos con aceite de oliva virgen extra y horneamos.
Una vez listas, las trituramos hasta conseguir una salsa y corregimos de sal, si es necesario. Si lo prefieres, puedes reservar algunas verduras sin triturar, o bien hacer que la salsa no llegue a tener una textura demasiado fina. Al gusto. Mezclamos la salsa con la pasta, la colocamos en una fuente y coronamos bien con queso rallado. Unos minutos al horno y la receta estará en su punto.
Farfalle de verduras con salsa de zanahoria
Para los que prefieran evitar también los derivados de origen animal, proponemos un gratinado que no lleva ni queso, ni nata, ni bechamel; lleva pan rallado. Para prepararlo necesitamos medio brócoli, tomates cherry, medio kilo de zanahorias, pan rallado, nuez moscada, dos dientes de ajo, 200 ml de leche de almendras y aceite de oliva virgen extra. Cocemos las zanahorias en agua y sal unos 20 minutos hasta que estén bien blanditas. Escurrimos y pasamos por la batidora. Añadimos la leche de almendras y la nuez moscada, al gusto.
Por otro lado, cocemos el brócoli en pequeños ramilletes unos cinco minutos y terminamos de cocinarlo a la sartén, con los ajos y el aceite de oliva. Añadimos los tomates cherry, damos un par de vueltas a la mezcla y retiramos del calor. Extendemos la pasta en una fuente, incorporamos el brócoli con los tomates y mezclamos. Finalmente, añadimos la salsa de zanahoria y espolvoreamos pan rallado por toda la superficie con el fin de que se forme una costra. Con unos minutos al grill y una temperatura de unos 200 °C estará listo.