¿Sabías que algunos alimentos son muy beneficiosos para la salud, especialmente para la de determinados órganos? Te proponemos un juego: adivina qué alimento beneficia a qué órgano a partir de su parecido. ¿Quién es quién?
Nuez – Cerebro. Son como dos gotas de agua; no en vano nuestro cerebro funciona mejor cuando le aportamos una buena dosis de nueces. Además de sus conocidos efectos antidepresivos, las nueces previenen el Alzheimer, ayudan a desarrollar la memoria y favorecen el aprendizaje. Todo ello gracias a los ácidos grasos omega 3 y omega 6, beneficiosos para el sistema nervioso central.
Tomate – Corazón. Si partes un tomate por la mitad, las similitudes con el corazón son obvias. Este fruto contiene licopeno, una sustancia que reduce los niveles de colesterol y que se absorbe mucho mejor cuando se añade al tomate una cucharada de aceite de oliva virgen extra. ¿Se puede pedir más?
Jengibre – Estómago. Adiós a los vómitos, las náuseas, las malas digestiones y los problemas gástricos gracias al jengibre, el mejor aliado de nuestro estómago.
Zanahoria – Ojo. Si observas una zanahoria por dentro, cortada el rodajas, advertirás su parecido con el iris del ojo. Esta hortaliza tiene un alto contenido en betacarotenos, que reducen el riesgo de degeneración ocular.