¿Crees que no es posible elaborar un maravilloso menú de fin de año sin pasarse de calorías? Toma nota de esta propuesta para una cena completa de despedida del año y verás que la báscula ni lo nota.
APERITIVO
Apuesta por el lomo y el jamón ibéricos (cuyo aporte de grasa es menor que el de otros embutidos), por los quesos de pasta blanda (que pueden tener hasta la mitad de grasa que los curados; ¿qué te parece una burrata?), chipsde verduras, sashimi, guacamole y, por supuesto, mariscos sin salsas que enmascaren su sabor y aporten calorías innecesarias.
ENTRANTE
Lasaña vegetal ligera
Escoge espinacas, pasas y piñones y saltéalos con queso fresco, sal y pimienta al gusto. Elabora, por otro lado, una bechamel superligera, sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva virgen extra y la leche por un caldo de verduras ligero. Asegúrate de que los quesos que escojas para gratinar sean de buena calidad, y ya tendrás un entrante riquísimo, con un interesante aporte vegetal en estas fechas en que solemos tener los productos del huerto medio olvidados.
PLATO PRINCIPAL
Solomillo de cerdo con manzana, zanahoria y menta
Al ser una carne magra, el solomillo de cerdo, siempre que no nos excedamos con las cantidades, nos permitirá cenar bien sin pasarnos con las calorías. Si lo preparamos al horno, siempre podemos acompañarlo de una sencilla (y deliciosa) guarnición: basta con rallar las manzanas y las zanahorias y colocarlas en un cuenco con la menta cortada en juliana. Elaboramos una salsa con aceite, yogur natural, sal y pimienta y la mezclamos con las manzanas y zanahorias. Servimos la guarnición fría junto a la carne.
POSTRE
Tras comer tanto, a nadie le apetece un postre contundente y calórico. ¿Qué tal una naranja bien cortada y presentada antes de pasar a los dulces navideños? Ahí sí que solo nos queda un consejo: mucha, pero que mucha moderación con los turrones, pues es donde va a recaer la carga calórica de la comida.
