Cuando cocemos pasta, lo normal es escurrir el agua y desecharla. Sin embargo, también hay quien la utiliza para coronar el plato. ¿Por qué?
Según los fieles defensores de no tirarla, durante el proceso de ebullición el almidón de la pasta pasa al agua i la convierte en un elemento perfecto para aportar espesor y cremosidad al plato. Incorpora un poco del agua de cocción a tus salsas y valora tú mismo el resultado.