La cocinas en casa, la encuentras en restaurantes de cualquier rincón del mundo, la inventas y reinventas con lo que tienes más a mano y la disfrutas como pocos platos. Sí, hablamos de pasta. Si quieres saber algo más sobre este versátil alimento repasa con nosotros estas cinco claves.
La pasta es una excelente fuente de carbohidratos y nutrientes, dos de los elementos necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Preparada al dente, además, reduce su índice glucémico, es decir, no produce una subida brusca de azúcar en sangre.
Hay tantos tipos de pastas como para poder comer de un tipo diferente cada día del mes. Largas como los espaguetis y los fetuccini; cortas como los penne y los farfalle; secas, frescas… Como norma general, las cortas van mejor con salsas espesas; las huecas, con salsas cremosas, y a las largas en forma de cinta les va de lujo un toque picante. Para conocer más sobre los tipos de pastas y sus acompañamientos ideales repasa esta entrada.
Aunque el trigo es la base más tradicional para elaborar pastas, hoy por hoy no regenta la hegemonía. Las hay de espelta, una variedad saludable y cada día más demandada; aptas para intolerantes al gluten, como las de maíz, las de arroz y las de trigo sarraceno, y hasta de harina integral, aquellas que se producen con el grano entero. A menor refinado, mayor contenido en fibra, proteína y micronutrientes, así como menor contenido en carbohidratos.
Es importante seguir rompiendo mitos y gritar bien alto: ¡la pasta no engorda! La ingesta de cien gramos de pasta de trigo duro reporta al organismo 350 calorías, en su gran mayoría hidratos de carbono que representan casi el 15% de las necesidades de una persona que desarrolla alguna actividad física. También proteínas, minerales, agua y una porción mínima de grasa.
Ahora bien, cuidado con las salsas y las guarniciones, ya que es ahí donde podemos pecar en exceso. ¿Qué tal preparada con acompañamientos al vapor? ¿Y en ensalada? ¿Recetas cien por cien vegetarianas? No imaginas la variedad de opciones que existen más allá de a la boloñesa o a la carbonara y lo sencillo que es elaborar un plato de pasta bajo en calorías. Tanto que las hay hasta para esos días en los que estamos a dieta.