Ya ha llegado Halloween y un año más toca ambientar la casa con calabazas, telarañas y todo tipo de adornos terroríficos para disfrutar de una divertida noche de «¿truco o trato?».
Imaginación al poder, también en la cocina, que esta vez hemos querido que esté totalmente libre de gluten para que los peques intolerantes al gluten no se pierdan ni un gramo de celebración. Te dejamos algunas ideas.
Spider muffins de espinacas
Una manera de camuflar las verduras en un divertido pastelito que seguro que encantará a todas las edades. Para empezar, solo tenemos que rehogar unas espinacas en aceite de oliva con unos ajitos picados, y mientras se cuecen, o justo después, batir unos huevos en un bol grande.
Cuando las espinacas estén listas, incorporamos sal, pimienta y un poco de queso rallado. El queso aportará suavidad a los spider muffins. A continuación, repartimos la mezcla en moldes para muffins y coronamos con otro poquito de queso rallado. Ponemos los moldes en el horno*, precalentado a 180 °C, unos 15-20 minutos.
Para terminar, desmoldamos y les damos un toque Halloween decorándolos con una araña encima. Coge algunas aceitunas negras sin hueso y pártelas por la mitad longitudinalmente: una mitad será el cuerpo de la araña y la otra, cortada en tiras, las patitas.
*¡Atención! Si cocinas con gluten en tu horno, ¡tus recetas sin gluten acabarán conteniendo trazas! Recuerda que siempre es mejor hornear tus recetas sin gluten en un horno específico para ello.
¡Hay una telaraña en mi crema!
Para preparar la crema necesitaremos 100 g de puerro, 600 g de calabaza, 100 g de patata, 300 g de leche descremada y 30 g de aceite de oliva. Antes que nada, debemos rehogar todos los ingredientes durante un par de minutos. Seguidamente, incorporamos el agua, salpimentamos y lo dejamos cocer. Cuando esté listo, lo pasamos por la batidora hasta que tenga una textura fina y consistente.
Ahora ya tenemos la crema, la servimos en cuencos individuales y rellenamos una manga pastelera, con boquilla fina, de queso cremoso. Con esta manga dibujaremos la telaraña sobre la crema: traza círculos concéntricos y líneas trasversales, que partan del centro y lleguen al borde del cuenco. ¡Mucho pulso y mucha suerte!
Brownie RIP
Una puesta en escena sorprendente… Pero primero, toca cocinar.
Para las galletas, necesitaremos 200 g de mantequilla, 500 g de harina de arroz, un huevo, una yema y una cucharadita de esencia de vainilla libre de gluten. Amasamos bien todos los ingredientes, extendemos la masa resultante, con ayuda de un rodillo, en planchas y la guardamos un par de horas en la nevera para que se enfríe.
Mientras la masa de las galletas está en la nevera, puedes hacer el brownie. Necesitaremos 3 huevos de buen tamaño, 180 g de azúcar moreno, 110 g de chocolate para fundir, 150 g de harina sin gluten (de garbanzos, castañas o arroz), 80 g de nueces troceadas y 110 g de aceite de oliva. Batimos los huevos con el azúcar. Fundimos el chocolate al baño maría, o en el microondas, lo incorporamos junto con el aceite de oliva y batimos bien de nuevo. Por último, incorporamos la harina, amasamos hasta conseguir una mezcla homogénea y añadimos los trocitos de nuez. Precalentamos el horno a 170 °C, disponemos la mezcla en un molde adecuado y horneamos. Estará listo en 35 minutos.
Ya han pasado las dos horas y ha llegado el momento de sacar la masa de la nevera, cortarla en pedazos en forma de lápida y cocerlos al horno durante unos 10-12 minutos. Mientras se cuecen, podemos deshacer el brownie hasta convertirlo en «tierra» y repartirlo en vasitos. Cuando las galletas —las lápidas— estén frías, escribimos, en ellas, RIP con glasa y las clavamos en la tierra de brownie.
Lleva su tiempo, ¡pero queda de miedo!