Podríamos empezar a enumerar las propiedades de las nueces y no acabar nunca. Son cardiosaludables, tienen una gran cantidad de hierro y proteínas, mantienen a raya el colesterol, contienen omega-3 y omega-6 ―dos ácidos grasos esenciales que el cuerpo no produce por sí mismo, de modo que tiene que buscarlos en la alimentación― y mejoran el funcionamiento del sistema nervioso e inmunológico.
Los expertos recomiendan comer un puñado de nueces a diario, algo que a menudo no conseguimos encajar en nuestro día a día. La bebida de nueces es una buena manera de incorporar las nueces a nuestra dieta y aprovechar todos sus beneficios al tiempo que disfrutamos de una bebida nutritiva y sanísima, además de versátil. ¿Qué tal si empezamos el día con la dosis de energía que nos van a aportar las nueces ya de buena mañana? Estas son algunas ideas.
Porridge
La nueva moda en desayunos es el porridge, unas gachas clásicas a base de copos de avena que se consumen en numerosos países y que, de repente, arrasan entre el moderneo internacional (tanto que en Londres han abierto un restaurante dedicado exclusivamente a este producto).
Hay pocos desayunos más saludables que el porridge, que combina los cereales de avena con otros ingredientes al gusto y, en este caso, con un buen tazón de bebida de nueces. Solo tenemos que prepararnos un combinado de copos de avena con un chorro de miel y un puñado de frutos del bosque, sumergidos en bebida de nueces al gusto, y calentar durante unos minutos al fuego o al microondas. El resultado es un desayuno delicioso que nos va a aportar todos los nutrientes que necesitamos para empezar el día con una energía desorbitada.
Batidos
Una buena manera de introducir la fruta en el desayuno es elaborar un batido, que podremos acompañar, simplemente, con una buena rebanada de pan con aceite de oliva virgen extra y sal. Se trata de escoger las frutas que nos gusten, combinarlas a nuestro antojo (¿qué tal fresas, ahora que es temporada, y tal vez un poco de plátano?), batirlas junto a bebida vegetal de nueces y, si nos gusta el dulce, añadir una cucharada de azúcar o miel. Es un desayuno saludable y muy divertido, que nos permite ir cambiando de frutas a diario. Además, podremos tomarlo también como merienda o incluso por la noche, pues constituye una cena ligera y sabrosa.
Crepes
Este desayuno está reservado para aquellos días en que tenemos algo más de tiempo y no tenemos que salir corriendo de casa. Prepararse unas crepes caseras a base de bebida vegetal de nueces es fácil aunque laborioso: solo tendremos que mezclar 125 g de harina de trigo, 250 ml de bebida de nueces, 2 huevos grandes, una pizca de sal y un poco de mantequilla para cocinar. Batimos los ingredientes juntos y cocinamos en una sartén con un poco de mantequilla.
Podemos comerlas con azúcar, solas o, sin tenemos el día creativo, prepararnos un plato espectacular: con verduras, embutidos, setas, huevos, queso fundido, frutos secos… Son perfectas para disfrutar de todos los beneficios de la bebida de nueces también a la hora del brunch. Y están deliciosas.