Las coles de Bruselas son conocidas por, a veces, tener un punto de amargura. ¿Cómo saber cuáles son amargas y cuáles no? ¡Por el tamaño! Las colas de Bruselas más pequeñas son las menos amargas.
Y a la hora de cocinarlas, un pequeño consejo: dejarlas cocinar un poco más de lo que lo haríais normalmente. ¡Serán más crujientes y dulces!