Cortamos a rodajas del mismo tamaño el tomate y la mozzarella y las colocamos en un plato alternadamente de forma ladeada. Aliñamos con la salsa pesto.
Para elaborar la salsa pesto, en primer lugar, escaldamos las hojas de albahaca, poniendo un cazo lleno de agua a hervir y cuando el agua hierve, echamos las hojas de albahaca durante 10 segundos y detenemos la cocción. Depositamos las hojas escaldadas en un bol con agua helada con hielo. Una vez las hojas se han enfriado, las secamos bien y las trituramos con el resto de ingredientes.