En el caso de que las espinacas sean congeladas, empezamos hirviéndolas unos 5-6 minutos. Si preferimos las espinacas frescas, las lavamos y las secamos bien. A continuación, pelamos y picamos la cebolla y el ajo todo bien menudo. Lo sofreímos a fuego lento con el aceite durante unos 5 minutos, o hasta que la cebolla quede tierna. Añadimos las especias y dejamos que se doren 2 minutos, añadimos las espinacas bien escurridas, ya sean hervidas o crudas, y vamos removiendo de vez en cuando. En el caso de las espinacas crudas, veremos que sueltan agua, así que saltearemos hasta que se haya evaporado. Una vez que veamos que están cocidas, añadimos los piñones, el queso cremoso y la sal. Mezclamos todo bien y apagamos el fuego.
La pasta brick acostumbra a ser redonda. La doblaremos por la mitad y la parte redonda hacia dentro, de manera que nos quede una banda. En una esquina de la banda pondremos un poco de relleno bien escurrido. Doblamos y conseguimos un triángulo. Colocamos las samosas en la bandeja de horno, las pintamos con aceite y horneamos a 200 ºC unos 12 minutos aproximadamente, hasta que queden doradas. También las podemos freír en abundante aceite caliente.